El domingo, o el sábado, esos días en invierno siempre se me mezclan, empiezo con el cerco: corto los palos que van a ir de postes, corto las maderas que van a ir de cerco, les paso brea a los postes, los pinto, los pongo a secar. La sierra que me prestó Billy es buenísima. Salvo en las partes húmedas de la madera, que son como de goma, casi no tenés que hacer fuerza. Y para las partes húmedas está la sierrita cortafierro: esa me la dio mi suegra, y creo que se olvidó de que la tengo yo, porque hace rato que estaba ahí guardada, medio perdida, de la vez que la usé para darle a unos caños. Ya se va a acordar, igual.
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